...siempre quedan ruinas.

Ahora que estoy en la orilla de mis deseos después de que el mar de mis inquietudes me arrastrara con fuerza y violencia para luego dejarme en la orilla descansando hasta que me decidiera un día como hoy a limpiar la playa de mi sufrimiento para hacerla de mi felicidad.

Ahora todo está por conquistar, pero tengo que limpiar  cada basura de la orilla de mis deseos y atender a las plegarias de mi espíritu. Solo así, veré la playa limpia y podré conquistarla de nuevo.

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Cuando hablo de la playa me refiero a mi reino. Cada persona tenemos un reino por conquitar, el de cada uno, nadie lo hará por ti y tarde o temprano acabarás conquistándolo  y vivendo en paz y armonia.

El reino es todo lo que te rodea, la pequeña porción que nadie te puede negar en la vida. Tu pequeño espacio y conquistarlo conlleva conocerse y rodearse de lo que te hace feliz.

Toda conquista conlleva un esfuerzo, difícil de realizar si no se esta óptimo de facultades por lo que sacarse una carrera, dirigir una empresa etc, se hace especialmente pesado si tu cabeza te dirige por el camino de la derrota.

Hay que pagar el precio que es el esfuerzo que conlleva pero hay que estar dispuesto a pagarlo de manera personal y unívoca. 

Yo estoy dispuesto a avanzar, pero ha sido tanto los años perdidos que tengo que hacerlo de manera perfecta sin ademanes de dejarlo y se que lo primero que debo hacer es organizarme el día a día para la guerra que voy a librar.

Después de mi guerra interior ahora voy a hacer frente a todas las ruinas que causé.

No se si me entienden...