Salidas de humo, cerveza y mujeres

Vengo de beberme unas birras. He cenado y en estos momentos sube una dulce corona de humo de un porro que pide a gritos que acabe con él. Ahora no. No es el momento. Si lo hago, quizás acabes tu conmigo. Nunca se sabe la vida es una caja de sorpresas...

Fui y te vi. Volvimos a vernos. Estabas tú. Al principio no eras tú, eras tu otra tú. Aquella chica de barrio que no quiere caer a la primera. Y eso que mi intención no es buscarte, lo sabes, es darte cariño. Hace tiempo que no siento cariño, y me preocupa.

Sé que puedo volver a enamorarme, lo sé, no pierdo la esperanza...Pero yo al igual que tú querida amiga tengo un acorazado que me acompaña de por vida. Y es ahora cuando creo que puede ser roto. Quizás seas tú...

Quiero conocerte, estar contigo, fumar, riamos, cógeme del brazo, dejame besarte...No es para tanto al fin y al cabos somos dos abandonados. Cada uno por un camino de la vida diferente, pero tanto tú como yo sabemos que es el amor, y concocemos de cerca el dolor. El dolor del espíritu que quiere huir, escapar y no sabe donde coño está la luz que ilumina la salida.