Aunque no sepás quién soy [IV] La vida es perra

Esta vez no vino a verme como de costumbre. Lo hizo mientras estaba tumbado en la cama, esperando para dormir y descansar de lo que fue un día muy agotador, sobre todo mentalmente. La cabeza no me había dejado de dar vueltas desde las 8 am. Tengo necesidad de cambiar  y eso me mantiene en un constante combate conmigo mismo que provoca que todas las noches vaya a la cama con el remordimiento de un soldado, que sabe que lucha por algo pero que no puede olvidar tan fácilmente.

-¿Qué tal estás? Preguntó sin demasiada esperanza en que le contestara. 

No le respondí.

- Deja que te cuente algo, manten silencio. Esta vez no hace faltas que me interrumpa con preguntas absurdas sobre de donde vengo o quien soy, eso no tiene importancia. Te he estado observando desde la última vez y se que sientes miedo a fantasmas no tan pasados que empiezan a inundar tu presente.

Te escuche gritar que la vida era perra y estoy aquí para confirmártelo. Pero quiero que entiendas algo:

Como toda perra te ha dado momentos de tremenda felicidad, de compañía y de sosiego. Sin embargo, solo te empeñas en recordar el día en que te mordió, el día que se meo en tus zapatos y no pudiste caminar. 

He venido a explicarte que esa es la vida, aunque se que lo sabes de sobra pero no quieres admitirlo. Es una buena perra, fiel y compañera, pero rebelde ante su dueño causándole incluso daño por que forma parte de su esencia. No se puede controlar el instinto. No puedes controlar a la naturaleza.

Esta vez no vine a dialogar contigo, pues se que tu opinión aunque sea la misma no es la que defiendes. He venido a decirte, que como todo dueño, eres tu quien decide como contar la historia. Si acordándote de los paseos en la playa, de los besos que te daba y del calor que te daba cuando más lo necesitaba,o bien si prefieres vivir lamentándote del día que te mordió.

Acepta que nada es perfecto, y cuenta la historia de la forma más bella posible pues son los buenos momentos los únicos que merecen ser recordados.

Cerré los ojos. Mañana me levantaré como si nunca me hubiera mordido, me prometí a mi mismo.